Casa de Yuji / Goiva

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Descripción textual proporcionada por los arquitectos. Con un terreno angosto y corto, la Casa de Yuji está ubicada en el barrio de Pinheiros, en el oeste de São Paulo. El proyecto es del estudio Goiva, de los arquitectos Karen Evangelisti y Marcos Mendes, y el edificio de 40 años, construido con ladrillos macizos, conserva un aspecto tradicional en una calle en medio de otras casas y sin mucho movimiento de automóviles.

Los arquitectos tuvieron como punto de partida el pedido del residente Yuji de una casa moderna, con buenos acabados y tecnología en la construcción, además de dos dormitorios en el piso superior y un baño, como ya contaba la propiedad. Otro deseo fue trabajar con el diseño brasileño en los interiores, logrado a través de una curaduría que mantiene contacto con la arquitectura y valora a los artistas nacionales, con muebles firmados por Gustavo Bittencourt, Guilherme Wentz y Estúdio Bola.

El área social fue una prioridad para el cliente, a quien le encanta hospedar. En el primer piso se conectan la sala y la cocina para facilitar su circulación, y en la parte posterior se construyó un asador conectado a la cocina, además de un deck como área de acceso. En el plano original de la residencia, el corredor se utilizaba sólo para circulación pero pasó a formar parte del escenario del área social. Esta ampliación de la casa, también incorporada para traer iluminación natural a la cocina y la sala de estar, fue adornada por un paisajismo, implementado como un bloque de vista, protegiendo la privacidad.

Pensando en un espacio para recibir amigos y familiares, se excavó el sótano para construir un pub, pedido especial del residente, al que se accede a través de una escultural escalera de acero y un íntimo jardín. El aparcamiento se encuentra en un nivel inferior al primer piso, aprovechando la excavación de los anteriores propietarios.

El gran desafío, según los arquitectos, fue la parte estructural del proyecto, considerada la más compleja. Se agregaron nuevas estructuras de soporte a las paredes originales, que sirvieron como sistema de soporte principal, y el cuerpo de la casa se amplió en concreto en el área de la cocina. "Cambiar la estructura de la casa, modernizar su vida cotidiana y su uso sin interferir con el lenguaje y la historia antiguos fue, con diferencia, nuestro mayor desafío", dice Marcos Mendes.

Aún así, sobre los desafíos, Karen Evangelisti señala que se repensaron los ambientes compactos, pequeños y segmentados para que la casa fuera más integrada y abierta. “Este proyecto tomó gran fuerza con la integración de espacios sociales y el uso de texturas de concreto, madera y piedra natural”, agrega.

En la fachada, los volúmenes concretos de las ventanas destacan en el paisaje, tanto para quienes viven en la casa, aportando más luminosidad y espacio al interior, como para quienes caminan por el barrio, y pueden ver un poco del ambiente de la residencia.

Durante la noche, la iluminación exterior se convierte en protagonista. Desde la entrada hasta el final de la parcela, las plantas destacan y realzan la arquitectura, haciendo la vida más acogedora. Como resultado, se han mantenido las características de las casas locales, pero con un interior completamente moderno y renovado.